En el mundo del testing, muchos testers junior sienten que su valor se mide por la cantidad de bugs que reportan. Pero ¿y si el verdadero aporte va mucho más allá? En esta reflexión, exploramos por qué confirmar que todo funciona también es una victoria, cómo evitar caer en la trampa de “reportar por reportar” y qué otras formas existen para generar valor real en un equipo de QA. Una invitación a repensar lo que significa aportar calidad.